31 de diciembre de 2025
Zelensky abrió la puerta a un despliegue militar de Estados Unidos como eje de un eventual acuerdo de paz
El presidente ucraniano confirmó conversaciones con Washington sobre garantías de seguridad, se mostró dispuesto a reunirse con Putin en cualquier formato y rechazó las acusaciones rusas de un supuesto ataque con drones contra una residencia presidencial.
Las declaraciones se producen en un momento de renovada actividad diplomática encabezada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el domingo afirmó que Washington y Kiev estaban “tal vez muy cerca” de un acuerdo para poner fin a la guerra, aunque reconoció la existencia de cuestiones territoriales “espinosas” aún sin resolver.
Zelensky, sin embargo, se mostró más explícito sobre el papel que, a su juicio, debería desempeñar Estados Unidos. En el chat con los medios, afirmó que la presencia de tropas estadounidenses en Ucrania supondría un “fuerte impulso” para la seguridad del país.
Hasta el momento, la Casa Blanca no ha confirmado ni desmentido la posibilidad de un despliegue militar estadounidense en Ucrania como parte de un eventual acuerdo de paz. Washington ha insistido públicamente en que cualquier fórmula de seguridad deberá ser acordada con los aliados europeos y adaptarse al nuevo equilibrio político y militar que surja de las negociaciones con Moscú.
Para Ucrania, la presencia de fuerzas occidentales —en particular estadounidenses— funcionaría como un elemento disuasorio clave frente a Moscú.
Kiev negó de plano la acusación y la calificó de infundada. Zelensky sugirió que se trata de un “ataque falso” diseñado para justificar una posición más dura de Rusia en la mesa de negociaciones y, eventualmente, nuevos ataques contra territorio ucraniano. “Las típicas mentiras rusas”, había dicho el mandatario en declaraciones previas sobre denuncias similares, en línea con la estrategia de comunicación que Kiev atribuye al Kremlin desde el inicio de la guerra.
En este contexto, Zelensky insistió en que está dispuesto a reunirse personalmente con Putin, pese a la falta de confianza entre ambos.



